El babero: una profesión milenaria

El babero: una profesión milenaria

Cuando pensamos sobre profesiones potenciales para el futuro, la mayoría podríamos pensar inmediatamente en tecnológicas, internet, ciencia, etc. Pero hay una que nos ha acompañado por muchísimo tiempo, y lo va a seguir haciendo mientras los hombres tengamos pelo en la cabeza y barba en el rostro: los barberos.

Esta profesión tiene muchos años y es muy reconocida, por ejemplo ¿Sabías que en la obra literaria “El Quijote” el casco que escogió el Quijote de la Mancha era una bacía de barbero, esto es, un receptáculo para el jabón de afeitar ¿Para humedecer y enjabonar la barba?

Cuando vemos el poste del barbero nos imaginamos un lugar donde disfrutar de un momento de relax, un lugar donde los hombres esperamos recibir un trato especial. Aunque al hablar de barbero, nos venga a la mente la persona que tiene por oficio el afeitar o arreglar la barba, dejándonos perfecta la barba y el bigote; no solamente queda allí, puesto que no solo utiliza navajas de afeitar para lograr buenos resultados; hace uso de brochas de afeitar, masajes, bálsamos, aceites hidratantes y ceras para dejar una barba perfecta, la famosa ‘toalla caliente’. 

Pero, no solo en eso radica el éxito de un buen barbero, hay personas que dicen: “Solo me corta el cabello y la barba Don _________”, o “llevo viniendo a esta barbería por más de __ (muchos) años”, “mi papá me traía aquí, y yo mismo traje/traeré a mis hijos a este lugar”; ¿Por qué comentan eso muchas personas?

Aunque es importante que el barbero tenga pasión por este oficio, que haga muy bien su trabajo y que logre que sus clientes queden satisfechos con su labor, implica más que eso. Muchas veces lo que los clientes buscan es que el servicio vaya acompañado de una buena plática, que exista una buena relación entre cliente y barbero, que conozcan ‘sus penas y éxitos’; por lo que se espera que los barberos sean personas agradables, amistosas y hábiles. 

Influye buena parte la decoración del lugar, que podamos sentirnos como en casa, que pensemos en un lugar completamente varonil, que nos identifiquemos con el ‘universo masculino’, unos buenos sillones, ambiente agradable, inclusive, por qué no poder ver partidos de fútbol u otro deporte en este lugar.

Así que, si has encontrado un lugar así, que cumpla con tus expectativas y te haga sentir cómodo, un lugar que se adecue a tus necesidades y exigencias, no nos queda más que decir: “Disfruta de una buena afeitada”

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